Lo más importante: ¡Elige bien!

Si eres de los que cree que en el amor no se puede elegir, que es algo “que simplemente sucede”, que no entiende de razones y bla bla bla… probablemente te hayas enamorado alguna vez de la persona incorrecta.

Pienso que el primer paso para tener una relación duradera y feliz el ELEGIR BIEN. Esto es puro sentido común.

Préstale atención a esto: Si deseas tener 3 hijos, un perro, una casa, y jugar a Susanita, muy bien! por lo menos sabes lo que quieres… pero si es así…¿ por qué sales con un hombre divorciado con 2 hijos, cuyo último interés es tener 3 carricitos más? ahhh… piensas que contigo será distinto, va a cambiar verdad? Bueno, espero que me vayas entendiendo: ELIGE BIEN.

Y tu, que detestas el ruido, el cigarrillo y las discos, te encanta leer y estar tranquilo… qué raro que tu novia sea esa chica tan alegre, a quien lo que más le hace feliz es una rumba… espero no estés esperando que cambie por tí, o sí?

La mayoría de las personas son infelices en sus relaciones de amor, porque sus expectativas con respecto al otro son irreales y se basan en fantasías de su mente, en el ideal que debería ser, quien han mal elegido.

No se trata de enamorarse sólo de personas que se parezcan a tí, eso sería muy aburrido. Y tampoco es planificar de quién te vas a enamorar. Se trata de usar el sentido común, y si bien el otro puede ser completamente diferente, es importante que tengan afinidades, cosas que compartir, pensamientos afines con respecto al estilo de vida, el futuro, y sobre todo, compartir los valores básicos para vivir.

Si una persona te gusta mucho, sientes que realmente te gusta, y que estás muy cercano a enamorarte de ella, pero tiene cosas que desentonan con tus planes de vida, formas de ver las cosas, etc. tienes 2 opciones: o lo aceptas completamente como es (lo que puede incluir tal vez hasta cambiar tu plan de futuro, como por ejemplo la maternidad), o lo dejas libre con su forma de ser. Pero nunca, NUNCA te quedes pensando que él o ella va a cambiar.

Elegir bien es un ejercicio de libertad y autoconocimiento. Es conocerse tan bien como para saber qué quieres de la vida. Es tener la libertad de saber dónde y cómo te sientes bien, y la madurez de entender que el otro también SIEMPRE es libre de elegir su vida. El amor es libre y no obliga a nada.

Elegir bien es tener la conciencia que si más adelante quieres un cambio, ese cambio debes operarlo en tí mismo, y no en el otro. De todas maneras, no te preocupes; si está funcionando, la pareja experimentará por sí sola los cambios propios de su proceso de adaptación.

¡Ábrete al amor! con los ojos abiertos…

Hasta la próxima